domingo, octubre 16, 2011

Ley de Arte desde otra perspectiva.

Con esta idea me surgen problemas comunes. El primero es que no conozco realmente qué leyes a hoy existen, y el segundo si no es un proyecto más nacional que de nuestra ciudad.
Creo que las tormentas de ideas son pasos fundamentales creativos y quizá no se parecerán a las ideas finales. Consideren por favor estos párrafos como "la tormenta" con todos sus defectos, y ojalá algo que nos mejore la vida a todos salga de aquí.

La actual ley de mecenazgo de arte de la ciudad es bastante abarcativa e incluye páginas webs con fines culturales y al diseño.
¿Qué propongo?: una ley del arte, anterior al mecenazgo, que vuelva a pensar "qué es arte" (y yo sé que hoy en día uno puede caer en "todo"). Si el cine ya fue el 7mo, yo agregaría a la gastronomía como 8vo y al diseño como 9no, y no frenaría la lista ahí, pero si estas reflexiones.
Los franceses son amantes del buen comer y beber, y todos los respetamos por ello. Uno sabe que la identidad y cultura francesas están asociadas tanto a sus comidas como vinos y licores. Cada vez más la gastronomía, en manos de un buen chef (o enólogo, etc.), es vista como artística. Me parecería increíble que la ciudad (o mejor aún el país) se adelante al resto del mundo en elevarlo a un nivel de arte por ley, con las consecuencias que eso traiga (impositivas, educativas, etc.). Hablaría de la calidad de vida de los porteños, de nuestras pasiones, de nuestra cultura.
Entre los muchos aspectos que debería considerar la ley, es que el arte es exportable, redituable económicamente y genera poder (solo piensen en Bono apoyando o criticando fines).
Si pienso internacionalmente, un chef como Gastón Acurio hace repensar "qué es Perú". El hecho de que para sus platos rescaten variedades de papas andinas, haga helados de frutos locales, nos ofrezca carnes de cuiz, alpaca y llama, lleva a que otro montón de cocineros tomen esos elementos, y se difundan así sabores que benefician tanto a consumidores como pequeños productores de materias primas. GA ha tenido la visión de llevar sus restaurantes a Argentina, España, México, USA... con lo cual le da la posibilidad a estos productores de también cruzar fronteras.
Está claro que la cocina peruana es sólida más allá de GA, y que el hecho de que cualquier restaurante en el mundo ofrezca hoy ceviche no tiene nada que ver con él (pero si con la difusión de sus ajíes y pescados).
Un ejemplo de diseñador que trasciende aún muerto es Alexander McQueen. El Metropolitan, en NY, se llenó día tras día, y muchos sólo habrán visto la posible extravagancia de sus propuestas, pero la reflexión de qué es Gran Bretaña, del imperio que fue, de los elementos de cada una de sus colonias, está ahí. Para mí no cabe duda de que eso es tan artístico como un gran cuadro.
Ahora llegamos a la parte del mayor delirio de todo esto. A los artistas hay que juntarlos. París fue el centro del arte durante 150 años, y después lo fue NY. El buen arte, genera mejor arte. Los artistas nuevos se tienen que nutrir de los anteriores para hacer algo distinto pero que valga la pena.
¿Qué pasaría si uno juntara a Francis Mallmann con Matías Duville, con Darín, con diseñadores y músicos... a redefinir lo argentino (ya sé, debería quedarme en "lo porteño", pero la idea me gusta demasiado)? Tal vez sólo se aburrirían... pero lo cierto es que Borges y Bioy se reunían en cafés a delirar, trabajar y pasar el tiempo, y creo que nadie duda de que a ambos los enriqueció. Sé que en cada artista hay egos muy difíciles de manejar, pero sería maravilloso que un restaurante complete un sentido estético con cuadros, diseño y música, o que de por si cualquier artista argentino enriqueciera su mirada con todas las ramas del arte, pero con ese rasgo común, "argentinidad". No sé si hay algún organismo privado para realizar una convocatoria así, pero estoy seguro que la Nación o la Ciudad de Buenos Aires, pueden hacerlo, y que una ley puede ayudar. Esa ley puede dar trabajo a mucha gente y placer espiritual a mucha más. Si el bife le permitió a la gente de campo vivir bien por 100 años, me parece positivo pensar cómo potenciarlo. No hay una cadena de empanadas con presencia internacional, ni tenemos una Carolina Herrera... en algo fallamos, porque la capacidad para conseguir esas metas está. Los brasileños están imponiendo sus speto corridos en USA, quizá de una forma muy popular (que tal vez sea menos "artística", pero creo que los beneficia igual). Hay un orgullo por saber que nuestro vino se bebe en todo el mundo, pero la competencia cada vez es más dura. Hay que darle motivos a la gente para que nos siga eligiendo, y creo que va más allá de los productos per se.
Además, pasan cosas "curiosas" como que la centolla se pesca cerca de Tierra del Fuego, se lleva a España donde se la consume como si fuera local, y en Argentina el 0.01% alguna vez la probó, siendo una de las mayores exquisiteces que podemos ofrecer. Y el mismo cuiz que GA cocina como el Pekin Duck (y para mí fue mucho más rico) lo tenemos nosotros y sólo estamos esperando para que alguien lo ofrezca. O la llama, que salvo en Salta y Jujuy no se consume, y es una carne muy sana, magra, sabrosa, que podría tener un consumo como el del cerdo, porque no diría que es menos rica, ni que producirla es muchísimo más caro.
Vuelvo a Perú. Kuna es una marca de ropa muy cara, que vende diseños de alpaca. Cada vez tiene más locales internacionales. De nuevo nos hace repensar "qué es Perú". La sofisticación de su cocina muy propia, se extiende a tejidos y diseños. Yo estoy seguro que Kuna va a seguir creciendo y creciendo... ¿Qué argentino está repensando qué tenemos de original para ofrecer en moda? Cardón tiene 110 locales en el país, y que yo sepa ninguno afuera. La Martina es invento de un italiano, que se inspiró en nuestro polo para crear una marca espectacular. Estando en USA me tocó ver la clásica alpargata de campo, con incluso una pequeña bandera argentina, que lanzó un americano que visitó nuestro país y le gustó como modelo de ropa. De hecho lo asoció a una causa noble, y es que por cada par vendido, entregaría un segundo par a un chico pobre (descalzo). El va a ser un negocio mundial en algo que nosotros solo "consumimos" localmente.

La cultura la tenemos, el talento también, los elementos existen... creo que falta una buena refelxión de nuestras mentes más privilegiadas y alguien (algo) que las coordine.