lunes, mayo 11, 2009

Más de Jaime Durán Barba. Ahora opinando acerca de México

Vivo en México, lo que me hace interesarme y conocer por su política. El análisis del 2006 me pareció muy bueno.

AMLO fue el mejor jefe de campaña de FCH: Durán Barba E-Mail
Por e-consulta
viernes, 03 de abril de 2009

"Andrés Manuel López Obrador fue el mejor jefe de campaña que pudo tener Felipe Calderón" en la contienda de 2006, pues al atacar a un presidente popular como Vicente Fox, generó que el voto blando de ciudadanos que lo apoyaban, cambiaran de preferencia, ironizó el consultor internacional en campañas electorales, Jaime Durán Barba, durante su ponencia en el II Seminario "¿Cómo se ganan y por qué se pierden las elecciones?", organizado por la BUAP.

Foto tomada de El País

Este caso, dijo, es una prueba de que en 80 por ciento de los ocasiones los ataques son negativos para quien los genera y deben evitarse, salvo en los casos en que, con base en estudios, encuestas, y análisis de variables y de coyuntura, considerando todos los elementos del escenario, se compruebe que generarán votos o se los quitarán al adversario.

En las campañas electorales "hay que tener claro para qué se ataca y para qué se defiende, hay que tenerlo claro, porque si no se cometerán gravísimos errores en la campaña. Se ataca para conseguir nuevos votantes o nuevos apoyos para un gobierno… y para que el atacado principal pierda apoyos. Si con su ataque usted no consigue votos o no debilita a su principal adversario, no ataque", recomendó el especialista ecuatoriano que ha asesorado campañas presidenciales por toda América Latina.

En el caso de la campaña presidencial de 2006, López Obrador cometió un grave error al atacar a un presidente que, a pesar de ser menospreciado y criticado por el círculo rojo y la prensa, tenía popularidad.

El "ya cállate chachalaca", que recetó el perredista a Fox se le revirtió, pues mientras sus cercanos y el círculo rojo le aplaudían, perdía el voto blando, pues el ataque fue planteado mal de origen, pues no cumplía con la premisa de buscar fortalecerse o debilitar al adversario.

El también presidente de la consultoría Durán Barba y Asociados, con filiales en Argentina, Estados Unidos y Ecuador, señaló que Vicente Fox contaba entonces con popularidad, a pesar de los errores que cometía y que eran muy criticados por la oposición y el círculo rojo. Incidentes como el confundir el nombre de Jorge Luis Borges, por citar un ejemplo, que fue muy criticado por el sector ilustrado, al ciudadano común no le importaban, le parecían hasta gestos simpáticos de Fox, y no lo debilitaban.

"López Obrador, como el caso de Mario Vargas Llosa en Perú –hizo la analogía- ganó tres años las encuestas y perdió sólo un día, el de la elección".

En caso de la defensa, dijo el también docente de la George Washington University, debe hacerse asimismo con un fin, como parte de una táctica, y no sólo como una reacción a un ataque.

"Para qué se defiende. No es cuestión que se defienda cada vez que asoma un ataque. Se defiende para dejar de perder votos o apoyos. Si usted no está perdiendo votos, no se defienda (de un ataque), tan sencillo como eso, porque la defensa es para evitar la pérdida de votos, o para impedir que el atacante, si es el adversario principal, consiga votos".

PRI, ganador de la gresca PRD-PAN

En el escenario actual, a cuatro meses de la jornada electoral con que se renovará la Cámara de Diputados federal, el ecuatoriano Jaime Durán Barba consideró que el gran beneficiario de la disputa que PRD y PAN escenificaron en los últimos meses, ha sido el Revolucionario Institucional, pues los votos blandos que pierden uno y otro en medio de su disputa, no son intercambiados directamente, sino que se van a otra opción, en este caso, principalmente al tricolor.

Hay un efecto de implosión (ganancia) de votos en algunos casos y de explosión (pérdida) en otros, pero estos posibles votantes no se intercambian directamente, sino que van a una tercera opción.

En este caso, el PRD ha perdido votos, al igual que el PAN, muchos de ellos van al tricolor, quien no ha perdido simpatías, pues se mantuvo al margen de este enfrentamiento.

"En un ataque se producen múltiples defectos. Si usted está asesorando al PRD –ejemplificó-, al atacar al PAN acuérdese de que la pelea no es entre dos, que por trenzarse usted en esta pelea, puede ganar el PRI. Un estratega en América Latina debe tener una visión muy amplia del escenario y ver a todos los actores, y calcular por tanto el agrada y el desagrada, la identidad, en el caso mexicano, tanto de los líderes como de los partidos… Usted necesita información de todo esto, para saber qué pasa con su ataque".

Imágenes sepultan mensaje

El caso de la contienda electoral mexicana de 2006, también pone de relieve que en la actualidad las elecciones se ganan con imágenes, no con mensajes.

La imagen de un López Obrador beligerante, fue lo que quedó en los electores, por encima del contenido de sus propuestas.

El también asesor del actual jefe de Gobierno de Buenos Aires, Argentina, Mauricio Macri, a quien se le construyó una campaña que remontó una añeja mala imagen, que le venía incluso de familia, dijo que en una entrevista o en un debate por televisión, por ejemplo, es más importante si el candidato va fresco y proyecta seguridad y sinceridad, que cualquiera de sus palabras, las que apenas representan 12 por ciento, de lo que se queda en la memoria del votante.

Al II Seminario "¿Cómo se ganan y por qué se pierden las elecciones?", organizado por la BUAP, asisten dirigentes de partido, candidatos y estrategas de todos los partidos, y concluirá el próximo 24 de abril.

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