Le dio muchísimas notas ya a La Nación, y he llegado al punto de imprimirlas y guardarlas. De nuevo, sólo reprpoduzco partes del artículo.
Entrevista
Jaime Durán Barba: la política erotizada
El asesor de imagen de Mauricio Macri, que vivió en la Argentina en los 70, se enamoró del peronismo de izquierda y estuvo con la JP en Ezeiza para buscar a Perón, dice que para la actual generación la política es menos importante que el sexo y que es en ese plano donde hoy se definen las nuevas izquierdas y derechas
"Todo ha cambiado desde entonces, menos los políticos, que siguen diciendo las mismas cosas desde hace 50 años. No se dan cuenta de que a la actual generación de votantes le importa como tema político central el sexo. A un pibe le inquieta más que su pareja quede embarazada que cómo paga la Argentina su deuda externa. De allí que le importa saber si el candidato aprobará o no la píldora del día después, o si está a favor o en contra de la educación sexual. Esta sociedad nueva, con el reinado de Internet, nos ha llevado a una erotización del mundo. Y es en ese plano donde se están definiendo nuevas izquierdas y derechas."
- Pero los políticos están muy lejos de abrir esos debates, aunque también es cierto que hemos tenido temas bastante más urgentes en la Argentina a partir de 2001 .
-Son debates que todavía no se han incorporado en América latina, no sólo en la Argentina. Los políticos mayores de 50 años no fijan su posición frente al aborto, los homosexuales o la necesidad o no de casarse para formar pareja. Tienen miedo de hablar de sexo; creen que no es de buen gusto; que no es importante. Hasta ahora, había que hablar del "Che" Guevara.
- ¿Y usted lo va a alentar a Macri para que vaya en ese sentido?
-Cada candidato recorre su camino y tiene su estilo. Hay toda una caricatura que se ha armado del asesor, que trata a su cliente como si fuera una marioneta. Esto no es así. Es más, yo no trabajo con políticos sin personalidad. Con Mauricio charlamos; él es un hombre muy inteligente, que sabe escuchar y escucha, pero también discute mucho. Yo planteo opciones y él decide. Un asesor nunca debe imponer sus puntos de vista.
- Es algo así como un psicólogo, digamos .-Si, me voy acercando a eso
- ¿En cuánto lo ayuda a Macri, en nuestra sociedad, su estilo de escasa confrontación?
-En mucho. El estilo confrontativo puede dar rédito, pero es provisorio y finalmente es un problema. Forma parte de la sociedad machista antigua, que empezó a morir en los 50. A partir de entonces, la sociedad occidental se hizo femenina.
- ¿Confrontar es machista?-Si, claro, tiene que ver con la pelea de los machos alfa, que se disputaban la hegemonía a mordiscos. Eso sucedió desde nuestros antepasados, los homínidos, hasta que la mujer y sus valores se incorporaron al mundo público. Desde entonces, muchos valores machistas se vienen derrumbando. Y si antes era prestigioso ser cazador; hoy es prestigioso ser ecologista. Si antes era muy macho un niño que golpeaba a todos los demás, hoy, cuando golpea al segundo niño, va al psicólogo.
- Pero mire que a nuestro presidente no le está yendo nada mal como macho alfa...
-Porque estamos en la transición, y todavía hay machos alfa que tienen éxito. Pero si se asoma otro, con una propuesta muy positiva, muy moderna, va a empezar a empatar con los nuevos electores. Sobre todo, con las mujeres y los jóvenes.
- Entonces, usted le aconseja a Macri que no ataque al Gobierno.
-En principio, sí. Gana el candidato que más soluciona los problemas de la gente, no el que más muerde a los otros machos alfa. Además, estamos ante un presidente con una enorme popularidad y que, encima, es buen comunicador. La gente piensa: ¿odia al tipo que a mí me cae bien? No es una buena idea: puede generar un efecto adverso.
...
- O sea que lo importante, según los asesores de imagen, no es lo que pasa realmente sino lo que parece que pasa.
-A ver El buen funcionamiento de la economía no produce, automáticamente, réditos políticos. Fíjese el caso de Alejandro Toledo, en Perú: la economía peruana creció espectacularmente durante su presidencia y, sin embargo, fue uno de los presidentes más impopulares. ¿Por qué? Porque no sabía comunicarlo y llegó al récord de tener sólo el siete por ciento de aceptación popular.
- Ahora, Durán, este abordaje de las campañas, ¿no convierte a la politica en un mero show mediático, sin contenido?
-¿Y por qué la política tiene que ser un entierro?
- Un entierro, no, pero de ahí a entronizar la imagen a costa del contenido hay una gran distancia.
-En nuestra profesión tratamos de comunicarnos con los electores comunes. En las campañas, el votante que más nos interesa es el menos instruido. Una persona que lee el editorial de LA NACION no nos interesa para nada porque ya está decidido.
- A esos no los define que Macri salte un bache.
-No; ni que Kirchner haga una gran propuesta: son los votos duros; el electorado informado, que no es más que el diez por ciento en América latina.
- ¿Y el resto? ¿Qué mueve a votar a la mayoría?
-Imágenes y sentimientos; no vota con su cabeza. Aunque, ojo, tampoco los intelectuales, ni los informados, votan con su cabeza. No existen las decisiones frías, racionales. En la política hay sentimientos muy fuertes en juego. Cuando un socialista y un capitalista discutían no decidían qué es mejor en base a libros; discutían fe. Uno primero es católico y después se entera en qué hay que creer para serlo. En las generaciones pasadas, un gorila nunca veía bien a un peronista y viceversa. La gente ha votado por amor a Péron.
- Pero no votaría por amor a Macri, ¿o sí?
-No crea; Macri, a favor o en contra, genera pasiones. Hay gente que detesta a Macri y hay otra a la que le fascina: es un candidato que polariza. Y Boca lo ayuda mucho para eso.
- ¿Es bueno que polarice?-Claro que sí. El drama sería que no generara reacciones ni a favor ni en contra. En ese caso, tendría las mismas chances de ser presidente que mi abuelita.
- En el caso de que Macri ganara en la ciudad, ¿no sería complicado gestionar con un gobierno nacional en contra, que además intentaría, a toda costa, frenar la aparición de un polo opositor?
-En ese caso, Kirchner también saldría dañado. Es más, estoy seguro de que, si hiciéramos la pregunta, la mayoría querría que Macri y Kirchner fueran aliados para que resolvieran los problemas de la gente. Al ciudadano común, cualquier otra cosa, le resulta muy secundaria.
Por Laura Di Marco
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