Seguramente lo leíste hace unos días. Warren Buffett, el segundo hombre más rico del mundo, decidió donar un gran porcentaje de su fortuna: U$37,000,000,000. Comparemos: el presupuesto 2006 de la ciudad de Buenos Aires es de unos U$2,500,000,000 (o sea, unas 14 veces inferior).
El fin de semana tuve la suerte de conocer Chicago. Fue una experiencia maravillosa. Cuando caminaba por el Instituto de Arte me sorprendió la cantidad de salas enteras donadas por particulares. Obras impresionistas, modernas, arte africano, japonés... a modo de agradecimiento la placa que describe cada obra menciona su donante. El valor de estos regalos suma cientos de millones de dólares. Cuando caminé por el parque Millennium pasó lo mismo: es un espacio de varias manzanas que antes era "tierra muerta" del ferrocarril (pensá en las últimas hectáreas de Retiro) y hoy en día, gracias a la Municipalidad y las donaciones de las empresas, se ha techado ese espacio y sobre él se ha construido un parque simplemente espectacular.
¿A qué voy con todo esto? La filantropía está creciendo a niveles insólitos y nosotros nos estamos quedando fuera de ella. La Municipalidad debiera abrir una pequeña oficina orientada a captar todas las donaciones posibles. Necesitamos a los mejores profesionales para conseguir esos recursos y destinarlos a proyectos de la ciudad, ya sean propios de la Municipalidad o de nuestras ONGs. Para que quede claro: imaginate a un par de esos profesionales yendo a Omaha (de esa ciudad es Warren Buffett) con 3 o 4 personas más representando a sus respectivas ONGs y planteándole a Mr. Buffett una docena de proyectos de la Ciudad de Buenos Aires que requieren financiación...
Voy a otro ejemplo... un profesional de la OFBA (Oficina Filantrópica de Buenos Aires, por empezar a buscarle un nombre) y el director del Museo de Bellas Artes visitan a grandes coleccionistas de arte (locales y extranjeros) para proponerles donar obras que nuestro museo no podría adquirir ni en 100 años.
Si esa oficina pudiera captar recursos por U$200,000,000 a U$500,000,000 por año, sería un impacto a nuestra sociedad fenomenal. Y quizá me digas que esa cifra es inalcanzable, pero te cuento que tan solo la New York Community Trust dona U$58,000,000 todos los años a organizaciones de caridad en New York City... si, leíste bien, una sola organización dona 58 millones al año tan solo a una ciudad...
El dinero está, sólo hay que ir por él con profesionalismo (porque de no transmitir seriedad ahuyentaremos a los donantes). Avanzando en este punto, creo que la OFBA debiera funcionar como un ente casi independiente de la Municipalidad. O sea, que un nuevo intendente no signifique un nuevo responsable de la OFBA. ¿Cómo decidir quién debe estar a cargo entonces? No lo sé, quizá una pequeña junta de los mayores filántropos de la Ciudad debiera ayudar a fiscalizar la OFBA y a nombrar su director. Incluso la OFBA debiera ser la primera oficina en llevar su contabilidad on-line para el acceso público, pero acerca de ese punto me extenderé en pocos días...
Si te interesó la propuesta, ayudame a pensar algunas reglas básicas que debieran cumplir las ONGs para poder acceder a fondos de la OFBA, debatamos acerca de si conviene abrir cuentas bancarias en varios países para facilitar las donaciones internacionales, ¿la OFBA debiera funcionar con fondos públicos o directamente de donaciones?
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